10.9.12


Un cuerpo sano es un cuerpo que está en sintonía con la tierra. Es un cuerpo  que sabe qué alimentos le hacen bien y cuales le intoxican. Un cuerpo que hace ejercicio físico y que mantiene su flexibilidad, que se expresa, que toca y  se deja tocar; o mucho mejor, que acaricia y abraza, y que se deja acariciar y abrazar. Un cuerpo que canta, que danza, que juega, que ríe y que llora. 

Es alguien que no teme a sus emociones, que no las retiene y las deja fluir, como fluye un río de montaña, como van y vienen las olas del mar. Si son emociones negativas busca y encuentra la forma de expresarlo sin dañar al otro, sin descargar en otra persona. Comprende que los miedos siempre estarán allí, pues son parte de nuestra naturaleza. Igualmente actúa y no deja que los miedos lo paralicen. Si es una sonrisa no teme expresarla, se conecta con la alegría. Alinea lo que piensa con lo que dice, y con lo que hace. 

Disfruta el silencio. Ante aquello imposible de cambiar, no lucha con el destino y lo acepta. Dice Sí a lo que la vida le presenta. Tiene Sueños y comprende que la fuerza y el poder de realizarlos existen en sí mismo. Es alguien que vive su espiritualidad sin ser sinónimo de religión. Alguien que comulga con la Naturaleza, capaz de ver lo sagrado en un atardecer, en el sonido del viento o en las hojas de un árbol. 

7.3.12

Tenemos un anhelo colectivo por éxtasis


Un deseo intenso, fundamental y persistente como la necesidad de alimentarnos.
Lo interesante es que nuestro cuerpo está diseñado-“cableado”- para a experiencia del éxtasis y aún así para muchas personas en el mundo contemporáneo, la privación del éxtasis crea mucho sufrimiento.
Era teoría de Felicitas Goodman que la privación de éxtasis es la causa subyacente en todas las adicciones.
Éxtasis esencialmente es una experiencia espiritual. Estamos estáticos cuando nuestra conciencia trasciende el ego y al mismo tiempo se alinea con el cuerpo permitiéndonos estar completamente concientes de nuestra corporalidad sin el constante dialogo interno de la mente.
El sexo es una forma de éxtasis que mucha gente conoce. La experiencia física del placer sexual sobrepasa al incesante parloteo de la mente, y nos sentimos aliviados momentáneamente del continuo devenir que va del pasado al futuro y viceversa. Hay otras opciones disponibles para el éxtasis. Drogas, alcohol, chocolate y subidones de adrenalina,  ya sea causados por miedo o por deportes extremos. Todos ellos pueden proporcionarnos la misma experiencia pero sin efectos duraderos.
Alternativos los pueblos nativos del mundo entero solían tener un complejo sistema de posiciones rituales que facilitaba el acceso a la experiencia del éxtasis. El uso de posturas sagradas acompañadas del sonido de tambores y sonajas permite al cuerpo aumentar la actividad cerebral y activar los estados de conciencia que yacen latentes durante la vida cotidiana ordinaria.
Experimentar este estado es experimentar Éxtasis.
Quizás la relativamente reciente introducción a la lectura y escritura ha aumentado marcadamente el desarrollo del hemisferio izquierdo del cerebro humano.
El cerebro izquierdo se caracteriza por su pensamiento lógico, racional y analítico. El hemisferio derecho en cambio tiende a generar estados emocionales, instintivos e innovativos que generan aprendizaje experiencial, creatividad y conexión interpersonal.
La civilización en su historia se caracteriza por racionalización progresiva, precisa medida del tiempo, orientación hacia el futuro y lenguaje escrito. Todas ella funciones especiales del lado izquierdo de nuestro cerebro.
Para convertirnos en expertos de estas habilidades hemos sacrificado los talentos del lado derecho del cerebro, la intuición, emoción, creatividad, apreciación del color y la forma, música, simbolismo y conciencia en los sueños. Aunque seamos capaces de actividad cerebral del lado derecho en general no está valorizada en las culturas y economías occidentales.
Interesante es que para encontrar éxtasis duradero tenemos que devolver el poder al lado derecho del cerebro sin renunciar a nuestras habilidades racionales.
El estado del lado derecho del cerebro se caracteriza por su sentimiento de autenticidad: Una vez se experimenta Amor o Éxtasis se “Sabe”.
... y entonces comprendí que la atracción que sentía hacia el trance extático era mi anhelo profundo de la antigua sensación de conexión y pertenencia experimentada en mi niñez temprana. Conexión en la cual habitualmente se experimenta alguna forma de separación como resultado inevitable del crecimiento y el desarrollo de la personalidad o ego.
En el trabajo de las POSTURAS ESTÁTICAS he experimentado expansión más allá de las preocupaciones e incomodidades de mi personalidad para llegar a formar parte de algo mucho más grande que yo misma siendo plenamente conciente y experimentándolo en mi cuerpo.
Nuestro propósito en este trabajo con POSTURAS CORPORALES EXTÁTICAS Y TAMBORES no es solo para tener extraordinarias visiones, sino el uso de la práctica para cambiarnos a nosotros mismos y así crear un mundo mejor.


extraído del libro de Belinda Gore, The ecstatic experience. Healing postures for Spirit journeys